El Ghee es un alimento milenario y sagrado en la Ayurveda, la tradicional ciencia médica de la India, por sus propiedades terapéuticas para la salud y bienestar.
Se originó en India hace miles de años como método de conservación de la mantequilla. De acuerdo a la Ayurveda, el Ghee es uno de los alimentos más sátvicos que existen (puros y buenos). Los alimentos sátvicos incrementan la vida, la fuerza, la salud, la alegría, el apetito, además son sabrosos y agradables.
El Ghee se obtiene por el paciente y dedicado método de “clarificación” o “purificación” térmica de la mantequilla sin sal (cocción de la mantequilla). Este proceso natural de purificación mediante el calor, elimina la proteína (caseína), el azúcar (lactosa), agua e impurezas que contiene la mantequilla.
El resultado es una grasa pura y noble de textura más blanda y granulosa que la mantequilla tradicional, de un sabor más dulce y un aroma característico a frutos secos tostados. Apto para quienes tienen alergias alimentarias como la intolerancia a la lactosa o caseína.
El Ghee goza de “Duración Indefinida” gracias a que en su proceso de elaboración (cocción de la mantequilla), se elimina el agua que produce hongos, se eliminan microorganismos y bacterias que provocan la putrefacción y se generan antioxidantes que evitan la ranciedad y protegen al ghee en el tiempo.
No necesita refrigeración, se puede conservar en un lugar fresco y seco. Con la temperatura ambiente o el calor del Verano, tiende a derretirse, de forma similar como sucede con el aceite de coco.
Esto es completamente normal y no se ven alteradas sus propiedades nutricionales. Si lo prefieres más sólido, simplemente guardar en el refrigerador bien cerrado para evitar que entre humedad.
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